Ambiente tranquilo y acogedor, perfecto para relajarse. Desayunos impresionantes con comida local deliciosa. Ideal para conectarse con la cultura. La atención del personal es de lujo, y los jardincitos son un encanto. Eso sí, un poco alejado del centro, pero vale la pena.

El Hotel Na Bolom es un lugar encantador, decorado con arte indígena que crea una atmósfera acogedora. Disfruté del cálido ambiente y especialmente del jardín, donde me sentí rodeada de la belleza natural de Chiapas y su historia.

Mejorar el acceso a algunas habitaciones podría ser útil.

No te pierdas el recorrido guiado por el museo, es inolvidable y enriquece la experiencia cultural de la estancia.

arquitectura colonial, chimenea en habitaciones, bello museo

La ubicación no es nada práctica, caminar varias calles para encontrar comida puede ser un problema!!! Además, el restaurante está cerrado para cenar, lo que limita las opciones, ¡una gran decepción!!! Falta de opciones alimenticias cercanas, ¡es frustrante!!!

exploraciones y cultura a pasos del hotel

La casa tiene un ambiente idílico que realmente te conecta con la cultura indígena de Chiapas y los desayunos en los hermosos patios son una manera perfecta de comenzar el día. además, está a menos de un 5 minutos a pie de la Catedral de San Cristóbal y a tan solo 15 minutos de la Reserva Moxviquil, lo que facilita bastante las caminatas por los principales lugares de interés de la ciudad, convirtiéndolo en un lugar ideal para pasear y disfrutar la historia alrededor.

El espacio es verdaderamente idílico, con una atmósfera que te sumerges en la cultura indígena de Chiapas. La atención del personal, especialmente de Karen, fue excepcional, haciendo que mi familia se sintiera como en casa. Las habitaciones son acogedoras y el servicio de limpieza es muy atento. Además, los desayunos son deliciosos y ofrecen un gran inicio para el día. La ubicación permite explorar la historia y el arte de la región, ya que está un poco más alejado del bullicio, lo que se siente como un refugio tranquilo en comparación con otros hoteles más centrados.

Sin embargo, el restaurante ya no abre para cenar, lo que puede ser inconveniente si no deseas salir a buscar opciones por la noche.

me hubiera encantado dejar una buena reseña, pero la conexión a internet era casi inexistente, y caminar a la ciudad para cenar fue muy inconveniente, sobre todo si no hay opciones disponibles. además, esperaba un trato especial por ser un viajero distinguido, pero claro, eso parece que es solo para algunos. decepcionante.

La habitación era espectacular, con chimenea y vistas al jardín. Disfruté cada mañana de un desayuno delicioso, especialmente los chilaquiles. El museo dentro del lugar es fascinante y vale la pena visitarlo. Fue una experiencia única, ideal para conectarse con la cultura local. 🌿

recomendaría este lugar for una breve estancia

asombroso espacio, acogedora habitación, con deliciosa comida en los desayunos que incluyen mermelada de guayaba en pan recién horneado, además de contar con un ambiente tranquilo y fácil acceso a lugares de interés, lo que lo convierte en una excelente opción para explorar la cultura local.

Mi estancia ha sido perfecta

El museo integrado fue interesante, pero el servicio de lavandería tardó demasiado.

El hotel ofrece una experiencia única con su arquitectura colonial y decoración auténtica. La sala de lectura tiene una chimenea impresionante y las habitaciones son amplias, ideales para una escapada romántica.

La ubicación puede ser un inconveniente, ya que está a varias calles del centro, dificultando el acceso a restaurantes o tiendas cercanas. Además, el restaurante ya no abre para cenar, lo que limita las opciones alimenticias para quienes prefieren no salir por la noche. noté que el acceso a algunas habitaciones implica caminar por senderos de tierra, lo que puede resultar incómodo cuando hay barro.

mi pareja y yo disfrutamos de una estancia inolvidable en san cristóbal, destacando la magia del museo na bolom. la habitación la cueva fue excepcional, con una chimenea y vistas al jardín que nos dejaron sin aliento. el desayuno fue riquísimo, especialmente los chilaquiles que sirven cada mañana.

el internet era inestable y lento.

la chimenea en la habitación es maravillosa para las noches frescas. el acceso a algunas habitaciones puede ser complicado.

Un lloc encantador, amb una biblioteca increïble i un jardí on t'hi podries perdre. Les habitacions són molt acollidores, i el servei, fantàstic. Ideal per gaudir de la cultura local i començar el dia amb un bon esmorzar.

Mi estancia fue enriquecedora. Las habitaciones están decoradas con artesanías que reflejan la cultura local, y los desayunos, con mermelada de guayaba y pan recién horneado, son realmente memorables. Sin embargo, la conexión a internet fue deficiente y la ubicación está un poco alejada del centro, lo que puede resultar incómodo para algunas personas. Ideal para aquellos que buscan sumergirse en la cultura y disfrutar de un ambiente tranquilo.